El programa pretende dar respuesta a las necesidades de la comunidad, promoviendo la cooperación y el desarrollo sobre la infancia, juventud, familias y mujer, que son ejes destacados tanto de los planes de desarrollo como en las mismas acciones comunitarias a ejecutar.
Microproyectos específicos sobre las dificultades y realidades del entorno a partir de las oportunidades y trabajo existentes, haciendo partícipes a ellos mismo.
La campaña de donación escolar "No + mesas vacías"está encuadrada dentro del Programa de Acción comunitaria Imik s imik en Tahalla y en Sid Zouine, en Marrakech.
La población infantil abandona a edades muy tempranas su educación para dedicarse a las labores de la casa, razón por la que el analfabetismo es elevado, sobre todo en la población femenina.
La acción planteada pretende dar respuesta a las necesidades que, en materia educativa y de servicios básicos, existe en la zona entre niños, niñas y jóvenes. Se plantean una serie de actuaciones orientadas al empoderamiento de estos grupos poblacionales más desfavorecidos, considerando la educación una vía de desarrollo y cooperación.
Nuestra misión es mejorar la calidad de vida de la comunidad a través de proyectos de educación no formal estableciendo redes en diferentes ámbitos de intervención. Nuestros proyectos son de impacto local pero vinculados a actividades y programas europeos e internacionales junto con proyectos sociales en el ámbito deportivo cultural y de cooperación.
Para la implementación en terreno del proyecto se cuenta con el beneplácito de las autoridades educativas del país, asimismo, se trabaja con la asociación A.S.D.S. “Asociación solidaria para el desarrollo social” que tiene su sede principal en la comunidad de Tahalla y cuyo personal colabora identificando necesidades y propone la escuela en la que se intervendrá.
Las familias no tienen ingresos fijos y en muchas ocasiones los hombres abandonan temporalmente el hogar para trabajar de manera nómada. Principalmente se realizan pequeños trabajos de albañilería y artesanales en los que la remuneración percibida suele ser en especie o trueque.
La finalidad de esta campaña pretende dar a la ropa una dimensión de uso coherente desde puntos de vista diversos e interrelacionados entre sí. Al hacerlo no solo les damos a otras personas la oportunidad de aprovechar prendas que ya no nos ponemos, sino que, además, reducimos la demanda de nuevos artículos reduciendo el impacto medioambiental y contribuyendo al ahorro de recursos naturales.
Con este pequeño gesto de donar ropa usada podemos convertirnos en agentes activos para la difusión de valores como la solidaridad, la ayuda a personas en situación vulnerable, la empatía y, por ende, en motores de cambios sociales reales.